Investigadores del Brigham and Women Hospital de Boston (Estados Unidos) han comprobado que cambiar a unos hábitos más saludables sirve para reducir el riesgo de diabetes tipo 2, mientras que, si la dieta se descuida el riesgo aumenta.
“Pese a que las recientes recomendaciones de salud pública se centran cada vez más en la necesidad de mejorar la calidad de nuestra dieta, la evidencia de que si un cambio en lo que comemos puede tener un impacto preventivo a largo plazo es todavía muy limitada” ha reconocido Sylvia H. Ley, autora principal de este trabajo.
En su estudio analizaron datos de más de 124,000 adultos participantes en tres estudios que no tenían diabetes al inicio de los mismos y en los que se analizaron sus hábitos de vida y problemas de salud durante, al menos, 20 años. Además cada cuatro años tenían que evaluar la calidad de su dieta.
En total se registraron 9,361 casos de diabetes tipo 2 durante el tiempo que duraron los seguimientos y vieron que, cuando la evaluación de la calidad de la dieta bajaba más de un 10 por ciento con respecto a la de 4 años antes, el riesgo de desarrollar diabetes aumentaba cerca de un 34%. En cambio, una mejora en la calidad de la dieta en una misma proporción se asoció a una caida del riesgo de diabetes del 16%.
Al analizar la dieta de los participantes vieron que calificaban como una dieta más “saludable” un mayor consumo de verduras, frutas, cereales, nueces, legumbre y una menor ingesta de carne roja o procesada, bebidas azucaradas, zumos de frutas, grasas trans y sodio, así como consumo moderado de alcohol.
Además, vieron que la mejora de la dieta se asoció con una disminución del riesgo de diabetes, independientemente de cómo una persona comiera al inicio del estudio o el exceso de peso que pudiera tener. No obstante, vieron como con el tiempo la pérdida de peso también llevó aparejado un menor riesgo de diabetes.
“Mejorar la calidad de la dieta en adultos, con independencia de cuándo se haga, parece ser beneficioso para la prevención de la diabetes”, ha insistido Sylvia H. Ley, a lo que también ayuda el mantenimiento de un peso saludable y un consumo elevado de verduras.